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Desaparecido: Memoria de un Cautiverio

Autor: Reati, Villani
Editorial: Editorial Biblos
I.S.B.N: 9789876919432
Precio: $ 3300.00 / u$s 3.70
Materia: -Humanidades -> -Historia - -Biografías-Historias Reales -> -Memorias y relatos de viajes - -Biografías-Historias Reales -> -Biografías y autobiografías
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Tipo de producto: EBook
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Reseña

El físico Mario Villani enseñó en la Universidad de La Plata y trabajó en la Comisión Nacional de Energía Atómica. Tenía treinta y ocho años cuando un grupo armado lo secuestró en noviembre de 1977 en plena ciudad de Buenos Aires. A partir de entonces y hasta agosto de 1981 estuvo desaparecido, trabajando como mano de obra esclava en cinco centros clandestinos de detención y tortura: Club Atlético, Banco, Olimpo, Pozo de Quilmes y ESMA. Durante tres años y ocho meses debió mentir, simular y ocultar sus verdaderos sentimientos mientras reparaba aparatos electrónicos para que no lo mataran. Tras su liberación testimonió ante la CONADEP, en el juicio a las Juntas de 1985, así como en Francia, España e Italia, y en 2010 en los juicios conocidos como ABO (Atlético-Banco-Olimpo) y ESMA. En 2003 se mudó a Miami, donde vive actualmente. Tras años de dar testimonio, creció en él la necesidad de hacer públicas sus memorias del paso por los campos y su dura lucha por la supervivencia. Entre 2008 y 2010 Fernando Reati lo entrevistó en Miami y juntos dieron forma a esta historia a partir de largas horas de charlas grabadas, conversaciones telefónicas y correos electrónicos. El objetivo fue dar forma literaria a su traumática experiencia individual como síntesis de una época, y el resultado es este libro. A mitad de camino entre la memoria, la biografía y el testimonio, éste es el relato de su paso por el infierno. Villani se ha preguntado mil veces por qué él sobrevivió y otros no, y en este libro sólo alcanza a responder: ¿Por qué hoy estoy vivo? No lo sé, no soy yo quien lo decidió. Con la introspección que sólo tres décadas de reflexión pueden otorgar, hoy ofrece sus memorias no como una respuesta sino como una invitación al debate: No me considero el dueño de la verdad y no le temo a la discusión. De ella podemos aprender todos; la discusión ayuda a que se mantenga viva la memoria.